IU tilda de fracaso absoluto la gestión de las subvenciones a la construcción de tanques de agua elevados para usos agrícolas que ha provocado la renuncia de 10 de los 12 ayuntamientos a los que se concedió

La subvención inicial de 59.870€ se reduce a 10.000€

Llama la atención que en la Junta de Gobierno de 27 de febrero de este año se acepte la renuncia de 10 de los 12 ayuntamientos a los que se concedió una subvención de 5.000€ para tanques elevados de uso agrícola (el 83% de los ayuntamientos), de manera que la cuantía inicial de las subvenciones que era de 59.870€ quede reducida a 10.000€, con lo que la Diputación se “ahorra” 49.870€.

¿Qué puede haber sucedido para que los mismos ayuntamientos que solicitaron voluntariamente la subvención, renuncien a ella? 

Normalmente la renuncia suele obedecer a problemas de plazos para la justificación administrativa de los gastos por falta de Secretario-Interventor en los municipios, como hemos denunciado desde IU en varias ocasiones. 

Sin embargo, en este caso la causa alegada por los municipios en su renuncia es también de plazos, pero no de justificación sino de realización de la obra. Ha sido: “la imposibilidad de poder ejecutar la obra de construcción del tanque en el periodo establecido en la base cuarta, apartado a)”, que establece que los beneficiarios tienen la obligación de “realizar la actividad que fundamenta la concesión de la ayuda en el periodo comprendido desde el 25 de junio de 2016 al 30 de junio de 2018”.

La pregunta inmediata es: ¿por qué han incumplido los plazos los ayuntamientos? 

Pues los plazos son los siguientes: 

• 5 de febrero de 2018: incoación por el Diputado de Agricultura para inicio del expediente.

• 28 de marzo de 2018: aprobación de las bases en Junta de Gobierno Local (JGL).

• 16 de abril de 2018: publicación en el Boletín de la Provincia (BOP nº 44).

• 12 de septiembre de 2018: resolución de la convocatoria en JGL, concediéndose 5.000€ a 12 entidades por un total de 59.870€.

• La justificación de la subvención según la convocatoria es hasta el 15 de octubre de 2018 y se amplía hasta el 30 de noviembre por Decreto de Presidencia de 23 de agosto. 

De esta tramitación se deducen dos hechos: la lentitud en la resolución (desde el 16 de abril que se publica la convocatoria hasta el 12 de septiembre que se resuelve); y que no había mucho tiempo para la justificación, desde la resolución el 12 de septiembre hasta el fin de la justificación el 15 de octubre (apenas 1 mes) y después hasta 30 de noviembre (2 meses y medio). Pero, aun así, podrían acelerar al máximo para poderlo cumplir. 

Sin embargo, lo que no podían cumplir de ninguna manera era la base cuarta, apartado a) citada, porque a los ayuntamientos se les comunicó la subvención el 12 de septiembre mientras que la obra tenía que estar ejecutada antes del 30 de junio, o sea, 2 meses y medio antes de saber si tenían subvención para ella.

Sólo podían acceder a la subvención los ayuntamientos que tuvieran hecha la obra por su cuenta y riesgo antes de conocerla, o que sean verdaderos héroes que se arriesgan. En este caso los de Mayalde y Villaseco del Pan.

Los 10 que renunciaron son: Fuentelapeña, Ferreruela de Tábara, Villaescusa, Cañizal, Vallesa de la Guareña, Villabuena del Puente, Villardondiego, Benegiles, Castrillo de la Guareña y El Pego. 

Estos 10 tuvieron que renunciar a la subvención porque la heroicidad sólo les llega para tener que resistir en la zona rural y aguantar lo que desde IU consideramos una tomadura de pelo a los municipios y una falta de respeto a las necesidades de los agricultores, por parte de los que dicen que apoyan a la Zamora vaciada y se denominan a sí mismos buenos gestores, como ha dicho recientemente la Presidenta de la Diputación. 

Más grave sería aún a nuestro juicio que algunos ayuntamientos tuvieran la seguridad de que a ellos se les iba a conceder la subvención con anterioridad a resolverse la convocatoria. Porque eso no sería una heroicidad por parte de algunos ayuntamientos sino trato de favor y corrupción.

Con esta gestión, la Diputación se ahorra 50.000€ a costa de los pueblos y de la agricultura, que harán crecer los millones de remanentes de la Institución y menguar los habitantes de Zamora.