IU Zamora reivindica un 8 de marzo como una lucha continua en los derechos de las mujeres trabajadoras y hace un llamamiento a la defensa de la paz ante la convulsa situación internacional
Este 8M, un año más, salimos a las calles para luchar por los derechos de las mujeres trabajadoras, para reivindicar una igualdad real y efectiva y reafirmar así nuestro compromiso con un futuro donde todas las mujeres trabajadoras tengan las mismas oportunidades y derechos frente a un mundo patriarcal. Reivindicamos también la paz como medio para poder alcanzar la igualdad.
Recordamos a las valientes mujeres que han liderado el camino en esta lucha desafiando la discriminación y la injusticia. Reconocemos su coraje y determinación, y nos inspiramos en su legado para seguir adelante.
El año 2023 y el comienzo de 2024 está enmarcado en un contexto de tensión geopolítica y crisis social que nos advierte de la necesidad, aún más acuciante si cabe, de continuar con la lucha feminista. La proliferación de conflictos bélicos y el avance de la extrema derecha a nivel internacional, pueden propiciar un retroceso global en materia de derechos para las mujeres trabajadoras. Frente a esto es necesario transformar las bases de nuestra sociedad, el capitalismo y el patriarcado, responsables de crear y perpetuar la desigualdad de género.
Esta desigualdad queda patente, de forma notoria, en el mercado laboral, dónde las mujeres nos vemos abocadas a trabajos muy feminizados (cuidados, tareas del hogar, reproducción y protección, limpieza, etc.) que generalmente disponen de peores condiciones laborales, además de mayores tasas de trabajo a tiempo parcial y de temporalidad, que dificultan el acceso a un trabajo digno, estable y de calidad. Según el INE, en datos extraídos en el período comprendido entre 2008-2020, las mujeres perciben un 18,72% menos de salario que los hombres por los mismos trabajos. Y en caso de que, por razones familiares, un miembro de la unidad familiar deba abandonar su puesto de trabajo o acceder a permisos no retribuidos (excedencia por cuidado de hijo o familiares dependientes) éstas suelen ser asumidas de forma casi completa por las mujeres (84% en 2023), todo ello, entre otras cuestiones, constituyen la brecha de género, cuya existencia se niega desde determinados sectores, pero que los datos demuestran de forma evidente. Si bien es cierto que hoy en día, estos índices se están reduciendo y tienden cada vez más a igualarse, aún nos queda un largo camino por recorrer hasta alcanzar una igualdad plena en el ámbito laboral.
Por otra parte, no podemos dejar de mencionar las explotaciones reproductivas y sexuales a las que se enfrentan las mujeres con menor poder adquisitivo. Los vientres de alquiler y la prostitución. Ambas, terribles formas de explotación de la mujer por el hecho de serlo. Éstas están además estrechamente relacionadas con la cuestión de clase, dado que se producen en ámbitos dónde dichas mujeres tienen unos índices de pobreza más elevados. Cuando no encontramos una salida hacia una vida con dignidad, muchas veces nos vemos abocadas por este sistema a recurrir a todo tipo de situaciones extremas en las que no sólo impera la dominación masculina, si no también, la explotación de clase. Respecto a los vientres de alquiler, pese a que en España esta práctica está prohibida, nuestra legislación permite la inscripción de los menores que han sido comprados en terceros países. No podemos permitir que quienes tienen recursos económicos utilicen a las mujeres de otros países en situación de pobreza como meros instrumentos reproductivos. Debemos defender los derechos de las mujeres trabajadoras en cualquier lugar del mundo, persiguiendo a quienes recurren a los vientres de alquiler no solo en nuestro país, si no en cualquier otro.
¡Éstas y todas las formas de violencia contra las mujeres tienen que terminar ya!
Finalmente, queremos poner en valor la lucha histórica de las mujeres por la paz y por ello realizamos una apuesta inequívoca por ella ante el aumento de la tensión a nivel mundial, con ejemplos como el genocidio palestino -con la complicidad de la UE y la OTAN-, así como el conflicto de Ucrania y otros que aún continúan activos; este 8M es necesario poner de relieve la situación de especial vulnerabilidad de las mujeres en el marco de los conflictos armados. A la violencia que sufre la población civil general, de forma especialmente salvaje en Palestina, hay que sumar la utilización de las violaciones como arma de guerra, así como el mayor riesgo de explotación sexual a la que se enfrentan mujeres y niñas que se ven atrapadas en ellos. Desde Izquierda Unida queremos denunciar al capitalismo y al imperialismo como los marcos que sostienen la desigualdad y la explotación de las personas y el planeta. Queremos denunciar a la OTAN como herramienta para ello.
¡Ni paz entre clases, ni guerra entre pueblos!
Hoy, nos comprometemos a seguir trabajando por un mundo donde todas las mujeres trabajadoras puedan vivir libres de miedo y violencia, donde se respeten sus derechos y donde se les reconozca y valore su contribución a nuestra sociedad. Hoy, nos comprometemos a seguir luchando por la paz como medio para poder alcanzar todas las conquistas que nos quedan por delante.
La lucha es el único camino de transformación de este sistema patriarcal y capitalista, desarrollando un modelo económico basado en la igualdad.
Por todo ello, desde IU Zamora hacemos un llamamiento a la movilización este viernes 8 de marzo, a lo largo y ancho de todo el Estado y que en Zamora tendrá lugar en la Plaza de La Marina a las 20:00h.
¡La lucha es el único camino!