El Ayuntamiento debe
replantearse futuras subidas contempladas en el contrato
El
Portavoz del PP se comporta como el “perro guardián” de su jefa. A quién se
acerca, le muerde llamándole mentiroso e indigno de ser concejal. Y todo a
cuenta de cuántos zamoranos se suben al autobús al año. Las cifras son las
cifras, las diga el porquero de Agamenón o el perro guardián de la Alcaldía.
Son datos objetivos y están ahí aportados por la empresa concesionaria actual y
la anterior. Lo demás es ruido y prensa declarativa que no quiere entrar al
fondo. Es importante el precio del autobús y el uso, y ver si existe una correlación
entre ambos.
El
contrato firmado entre Ayuntamiento y concesionaria hace justo dos años, decía
muy claro que el precio del billete iba a subir desde los 0,50€ de aquel
momento hasta que con lo recaudado por el billetaje se sufragara el coste total
del servicio. Eso suponía que el billete subiría todos los años 10 céntimos
hasta alcanzar 1,50€. El Plan de Ajuste determinó muchas subidas de tasas y
precios públicos como este. Posterior al Plan fue la firma del contrato con la
nueva concesionaria, que determinaba las subidas de precio del billete que
ahora no quiere aplicar la Alcaldesa por miedo a la reacción ciudadana.
¿Se utiliza más ahora el
servicio que con la anterior concesionaria?
No. Evidentemente algo tendrá que ver el
precio, que ha subido en los últimos dos años desde 0,50€ a 0,90€, es decir,
casi el cien por cien. En el cuadro elaborado por el Grupo Municipal de IU, y
que deberían estudiar en la Alcaldía porque parecen desconocer los datos,
indicamos el número de viajeros al año que daba todos los años la anterior
concesionaria, Aurza, y los nuevos datos que aporta la nueva empresa Semura
Bus.
El
número de viajeros era importante con Aurza porque el Ayuntamiento pagaba por
kilómetro recorrido, y naturalmente a esa cantidad había que quitar lo
recaudado por la empresa por venta de billetes. Ahora el número de viajeros es
importante también para ir liquidando todos los años la subvención anual del
Ayuntamiento establecida en el contrato, que tiene una duración de 10 años.
¿Cuánto han descendido
los viajeros con las subidas del billete?
La
respuesta es clara con respecto al año 2011: algo más del 23%. Los datos de la
anterior concesionaria se reflejaron en su revisión de precios de 2010 y
llegaban a 1.216.900 viajeros; en 2011 subió el número hasta alcanzar la cifra
de 1.310.707. Y esa es la cifra que sirve de referencia para el Estudio
Económico que se incorporó para licitar el servicio.
Pues
bien, el contrato con la nueva concesionaria ha de tener muy en cuenta el
número de viajeros para su liquidación económica anual con el Ayuntamiento, con
el fin de que éste le dé la subvención económica que le corresponda.
El
dato aportado en 2014 desciende la cifra a 1.003.710, algo más del 23%. El dato
es muy importante, ya que parece existir una correlación directa entre la
subida del precio del autobús y el descenso de su utilización.
Si
los autobuses fueran gratuitos se utilizarían más, pero es evidente que este
tipo de servicios ha de tener un coste para el usuario, porque lo que éste no
pague lo pagamos todos a través de la subvención municipal. Las empresas
concesionarias no están para perder dinero, y el Ayuntamiento tiene que
garantizar el equilibrio económico establecido en el contrato. Simplemente, se
trata de calcular el precio social ajustado, sabiendo que el autobús siempre
tiene que tener un déficit que ha de sufragar el Ayuntamiento.
El precio del billete de
autobús
Ya
hemos dicho que subió de 0,50 al 0,90 actual. Era intención del Equipo de
Gobierno subirlo a 1 euro en el último Pleno. Pero como hemos dicho, el
planteamiento del PP, de la Alcaldesa y del mismo contrato que se firmó con
Semura Bus para 10 años, contemplaba la subida anual del precio del billete
hasta alcanzar 1,50€. Por eso no puede entenderse ahora que, justo al acercarse
las elecciones, den marcha atrás y digan que no van a subir el precio a un euro
y a uno diez como correspondería a partir del mes de marzo. Al parecer ahora se
avergüenzan del contrato firmado.
Tal
es así que, en los cálculos realizados por el propio Ayuntamiento, si en el año
primero de la concesión se contemplaba recaudar algo más de 600.000€, a los
diez años de la concesión se preveía una recaudación justamente del doble. Y no
precisamente por un aumento de viajeros, sino por la subida del precio del
billete.
¿Pierde la empresa si no
sube el billete?
La
retribución pactada en el contrato para el primer año alcanza 1.662.000€ e
incluye una subvención del Ayuntamiento de 957.000€, más la retribución del
billetaje, más los ingresos por publicidad. Es un contrato a riesgo y ventura
en el que, si hay pérdidas o ganancias, se reparten entre empresa y
Ayuntamiento. Las pérdidas o ganancias básicamente tienen que ver con el precio
del billete con cuya recaudación se queda la empresa.
Como
hemos dicho que el número de viajeros ha descendido con respecto a la
estimación establecida en el contrato, la empresa ha entrado en pérdidas. Como
las pérdidas hay que repartirlas con el Ayuntamiento, hay que compensar a la
empresa en una parte.
Al
retirar el expediente del Pleno, el PP retiró no sólo la subida del precio del
billete, sino esta compensación establecida en contrato. Pero aquí surgen dos
problemas que oculta la Alcaldesa:
Uno es que el PP, de forma incomprensible, pactó en el
contrato la subida exponencial del precio del billete que ahora incumple con la
empresa. Eso le provoca entrar en pérdidas, lo que inevitablemente acabará en
el Juzgado con condena para el Ayuntamiento de forma clara e inevitable, o bien
acabará en un modificado del contrato para ampliar la subvención municipal a la
empresa.
Al no subir el precio del billete, con claro
incumplimiento del contrato, el déficit lo debería asumir el Ayuntamiento. Pero
como el déficit se reparte entre empresa y Ayuntamiento se entra en un camino
de desequilibrio económico de la empresa motivado por decisiones políticas.
El problema de fondo
Es
sin duda el contrato firmado por diez años -que obliga al Ayuntamiento y
empresa- y la obsesión de la Alcaldesa y del PP de pretender que los ciudadanos
paguen el cien por cien de todos los servicios públicos. Eso es lo que se firmó
en el contrato y es la soga que puso la Alcaldesa alrededor de los usuarios del
autobús.
Un
servicio como el autobús inevitablemente tiene que ser deficitario. Si se sigue
con la obsesión de elevar el precio del billete a 1,50€, que es lo que dice el
contrato, el número de usuarios ira descendiendo hasta que los autobuses vayan
vacíos. Por eso hay que llegar a un equilibrio razonable que, a día de hoy,
pasa por una renegociación del contrato para que el billete no suba de precio.
Del
mismo modo, un gobierno razonable tiene que reestructurar todas las líneas y
recorridos. En el cuadro que reproducimos se observa cómo el coste del servicio
por viajero de las líneas 5, 6, 7 y 8 es nada menos que 8,69€. Si tenemos en
cuenta que el coste real de cada billete es de 0,57€ (y que casi todo el mundo
se ha pasado al bono ordinario, bono de jubilados o billete joven, etc.), lo
que pone el Ayuntamiento por cada viajero de esas líneas es más de 8 euros. Y
ese dato tanto el gobierno como la oposición debemos abordarlo de alguna
manera.
Todos
estos datos deberían ser puestos sobre la mesa en los consejos de participación
ciudadana. Es la única manera de que todos los ciudadanos, y sus representantes
políticos y sociales, aborden la cuestión con cordura. Al PP le da miedo la
información. IU hace de ello su caballo de batalla