Este 8 de marzo de 2017, se conmemora en un contexto histórico y político lleno de dificultades para la sociedad en general y para las mujeres en particular.
Este mundo globalizado dominado por grandes multinacionales y fortunas, por monopolios y mercados, significa para las mujeres la paralización de todas las políticas públicas que estaban encaminadas a conseguir mayores cotas de igualdad y, aún peor, el avance de una cultura global que desdeña la igualdad como principio de convivencia.
Por eso hoy más que nunca debemos asentarnos en los pilares de la lucha histórica de las mujeres que persigue el respeto a las diferencias y la igualdad real. Esta lucha alejada de la política revisionista y acomodada en las instituciones, que cambió el mundo a través de una revolución que modificó la práctica y el sentido de la política, transformando sus objetivos en Universales.
Precisamente por la crisis económica e ideológica que estamos padeciendo, se hace urgente y necesario, cumplir el objetivo del pleno empleo, donde las mujeres puedan aspirar sin discriminaciones de ningún tipo, a trabajos fijos e iguales en condiciones y salarios. Se hace imprescindible implantar medidas que consoliden los avances y que impidan la regresión de los alcanzados con planes de igualdad dotados económicamente y asistidos por personal suficiente y adecuado a sus objetivos. Es fundamental que las instituciones públicas y los gobiernos lleguen a acuerdos que lleven aparejados los instrumentos y presupuestos necesarios para los fines que se persigan.
El objetivo es recuperar el empleo perdido de las mujeres, equiparar los permisos de paternidad y maternidad para avanzar en la corresponsabilidad en
el reparto de las tareas de cuidados, reducir la brecha salarial, fortalecer los servicios públicos y racionalizar los horarios.
Para ello es necesario que se repongan las partidas presupuestarias que se han ido recortando en los últimos años, especialmente los recursos destinados a la prevención contra la violencia de género, a la recuperación integral de las víctimas y a su asistencia social, dependiente tanto de las CC.AA. como de los servicios de proximidad de los Ayuntamientos.
La igualdad real entre mujeres y hombres necesita de una educación, de una salud, de una historia, de una cultura, de una economía,... enfocadas con perspectiva de género. Ello sólo es alcanzable mediante la voluntad decidida y tenaz de los gobiernos e instituciones públicas.
El 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres, es el momento para que el Ayuntamiento de Zamora muestre su disconformidad con la desigualdad entre mujeres y hombres, propiciando medidas reales, cualificables y cuantificables para que la igualdad de las mujeres sea un hecho y no una mera aspiración. Por ello el Pleno del Ayuntamiento de Zamora declara:
1. Su compromiso en la aplicación del principio de transversalidad en todas sus políticas, disponiendo para ello de todos los medios necesarios, entre los que se encuentran el aumento de los presupuestos dedicados a las políticas de igualdad y contra la violencia de género.
2. Su compromiso en alcanzar un acuerdo institucional para que la igualdad sea un principio de actuación en todas las políticas públicas y un objetivo irrenunciable en su desarrollo.
3. Su compromiso en contar con la participación de las mujeres a través de sus organizaciones y asociaciones, para que las decisiones que se adopten desde el ámbito institucional tengan el consenso de las organizaciones de mujeres y del movimiento feminista, como interlocutoras cualificadas en el conjunto de las políticas públicas.
4. Su compromiso para mejorar e instar a otras administraciones a reforzar todos los recursos en políticas de igualdad y en la lucha contra la violencia de género. Y reforzar la prevención haciendo especial hincapié en evitar la violencia en los jóvenes.