Las privatizaciones suponen poner en
manos de empresas más de 400 empleos que paga el Ayuntamiento
Todos los
servicios públicos están privatizados. Hacemos una relación de los más
importantes, aunque también hay otros como la Teleasistencia, la Casa de
Acogida, etc., que también lo están, con menor coste económico y menos
trabajadores.
Se
argumenta a favor de las privatizaciones de servicios que son más baratas y más
ágiles en su funcionamiento, lo cual es en esencia incierto. Una privatización,
o como le gusta decir al Partido Popular una gestión indirecta de servicios,
tiene necesariamente un beneficio industrial y un pago de IVA que no tiene la
gestión directa. Otra cosa es que la privatización persiga la precarización del
empleo y la rebaja de sueldos de
trabajadores y de derechos laborales, fines que sí persigue la derecha política
de Zamora y de España.
Con “agilización”
del servicio se refieren a una huida del derecho administrativo y una contra-
tación de personal más rápida. Sin embargo, desde la izquierda entendemos que
la agilidad del servicio es que funcione con calidad, en igualdad de
condiciones para todos, y muy especialmente en que el acceso al empleo sea
igual para el hijo del obrero que para el hijo del potentado.
El
Ayuntamiento en estos momentos entre funcionarios y personal laboral tiene en
torno a 500 empleados. Si nos fijamos en el cuadro, el número de trabajadores que
prestan servicios en empresas concesionarias llega también a los 500
trabajadores.
Con las
privatizaciones la gran derecha económica -en la que por supuesto metemos
también al PSOE- consigue sus objetivos: poner los servicios en manos de empresas
que de forma directa o indirecta controlan, y que sus familiares y amigos
tengan garantizado un empleo con el dinero público.
Izquierda
Unida cambiará el rumbo del Ayuntamiento.