El Ayuntamiento pretende resucitar, al tercer mes antes de las elecciones, las Fundaciones de Lobo y León Felipe, tras paralizarlas cuatro años al retirarles la aportación económica
Las
cuentas de 2014 y de años anteriores de ambas Fundaciones se saldan con
excedentes negativos
Según las cuentas de la propia Fundación
aprobadas en la última reunión, el
Ayuntamiento debe a la Fundación Lobo 46.641€ porque no le ha pagado la
subvención presupuestada.
A su
vez, la Fundación debe 19.368€ a acreedores (la mayoría a la empresa TILCO que
lleva la gestión económica de la nada),
y 8.421€ a la Agencia Tributaria.
Con el insostenible argumento de que el
Ayuntamiento asume los costes del Museo de Lobo (que de existir sería de su
propiedad y mientras no existe cuesta 90.000€ anuales de alquiler en la sede
provisional de la Casa de los Gigantes) no
se ha hecho efectiva la aportación a la Fundación que figura en los
Presupuestos del Ayuntamiento, hasta el punto de que ha sido calificada por
el Concejal Francisco Javier González como “subvención virtual”.
No se entiende que si la razón esgrimida por
el PP para no pagar la subvención es que asume los gastos del Museo, no asuma
también las deudas citadas que ascienden
a 27.789€ y que no puede pagar
porque no recibe la subvención, en una típica situación del gato que se muerde
la cola.
La
Fundación León Felipe también tiene una deuda con acreedores de 19.770€, aunque el
Ayuntamiento no debe nada a la Fundación porque no presupuesta ninguna
aportación.
Evidentemente, en este caso no hay costes de
ningún museo, pese a ser un compromiso del actual equipo de gobierno del PP.
De esta manera, las Fundaciones quedan
atrapadas como rehenes en manos del Equipo de Gobierno del Ayuntamiento, sin
posibilidades de organizar cualquier actividad por pequeña que sea de manera
autónoma y sobre todo sostenible en el tiempo.
Es significativo que en la última reunión se
tuviera casi que “mendigar” por parte de la familia de Lobo un simple folleto
explicativo de la obra y el autor para el Museo.
El PP
ha hecho gala de olvido en el mejor de los casos y de maltrato y
menosprecio a la obra y figura de estos
dos zamoranos durante varios años, y ha gestionado la obra donada por la
familia de Lobo o adquirida por cerca de un millón de euros en el caso de León
Felipe, con una incapacidad manifiesta o
una falta de voluntad política que ha impedido tener un Museo estable en la
ciudad.
Sin embargo, a tres meses de las elecciones,
se pone una “piedra pequeña” en la difusión de León Felipe, con unas jornadas
cuyo coste es de 25.000€, tras las cuales el legado permanecerá olvidado en el
Archivo y sin que los zamoranos y los visitantes puedan acceder a su disfrute.
En el caso de Lobo, contrasta la falta de
interés del equipo de gobierno del PP, con el aprecio que otras instituciones
demuestran, caso de la Junta de Castilla y León que va a organizar una
exposición de Lobo en las Cortes.
Ambas
actividades, difundidas a bombo y platillo, responden más aun interés puramente
electoralista que a un interés real por las Fundaciones, como demuestra que
lleguen tarde, y esperemos que en lugar de “mal y nunca”, la situación política
cambie en este Ayuntamiento y en la ciudad, para que sea para bien y para
siempre. Como se merecen Lobo y león Felipe y los zamoranos.