Izquierda unida ve
imprescindible que la gente y los colectivos participen en las decisiones
La Constitución de 1978 lo deja claro:
“Corresponde a los poderes públicos facilitar la participación de todos los
ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social”. También la Ley
de Régimen Local de 1985 incide en el concepto de participación ciudadana en
los Ayuntamientos. Incluso el Reglamento de Organización de las Entidades
Locales de 1986 propone un bosquejo de cómo llevarla a cabo. Todo papel mojado.
El Poder Político nunca ha querido en realidad que el Poder Ciudadano tenga el
papel fundamental que le otorga la Constitución.
La
legislación para regular la participación de los ciudadanos en las decisiones
públicas es abundante, y muy especialmente en los Ayuntamientos, que entendemos
todos que es la administración que más puede facilitar esa participación por la
cercanía de los temas.
En
el Ayuntamiento de Zamora se han hecho dos Reglamentos de Participación
Ciudadana específicos, uno con Antonio Vázquez y otro con Rosa Valdeón. El de
Vázquez sirvió para muy poco; el de Valdeón absolutamente para nada. Se gastó
el tiempo y el esfuerzo de muchos concejales para nada. El Grupo Municipal de
IU introdujo muchos matices que se aceptaron, pero nada se aplica.
El
problema en España no son las leyes, sino su puesta en práctica. Tiene en el
fondo más peso la voluntad política de hacer algo que su regulación. Hay leyes
antifraude, pero el fraude es mayor que nunca; hay leyes antimonopolios, pero
la concentración empresarial parece imponerse; incluso hay leyes
anticorrupción, cuando nunca se vivió una época de mayor corrupción.
En
Zamora no es la falta de regulación la causante de que no exista ni por asomo
participación ciudadana en los temas municipales. El Reglamento elaborado en
2013, aunque mejorable por ejemplo en regular qué inversiones pueden decidir
los vecinos en su barrio, podría ser un principio. Simplemente no se aplica. A
los vecinos no se les informa de los derechos que tienen en la toma de
decisiones.
Participación,
para qué
La
participación de los vecinos en los asuntos públicos no sólo debe ser un
principio, sino una práctica del día a día y con rendimientos visibles. Quizás
sea Zamora la ciudad donde proporcionalmente se hayan recogido firmas para los
temas más variados. Se entregan en el Registro y ¿dónde van a parar? Lo
adelantamos: a la basura.
Se
han recogido firmas: contra supresión de aparcamientos en Príncipe de Asturias;
a favor de una ubicación del nuevo
puente; para habilitar una zona mejor para la suelta de perros; para que no se
embargue La Josa; para que se construya el primer centro cívico; para que se
soterre el transformador de Pantoja; contra la privatización de la Ciudad
Deportiva; contra el traspaso de la guardería de la Junta al Ayuntamiento;
contra el cierre de la Piscina Sindical en agosto; a favor de no recortar los
horarios de los bares de los Herreros; por el cierre del vertedero de
Carrascal; contra el Proyecto de Aparcamiento en Tres Cruces; contra las
antenas de telefonía; por la apertura del Parque Infantil del Tránsito; por el
cambio del proyecto de remodelación Calle de la Feria; a favor de la
reutilización de la Antigua Cárcel; contra las corridas de toros financiadas
por el Ayuntamiento…
Pues
bien, hay que evitar que los esfuerzos de los ciudadanos en reivindicar cosas
concretas acaben en vía muerta. Hay que canalizar, impulsar y ayudar en la
organización colectiva.
La
Iniciativa Municipal Ciudadana
Una
fórmula que nadie conoce porque el PP no le ha dado publicidad. A propuesta de
IU se introdujo en el Reglamento, y consiste básicamente en que con un número
determinado de firmas que reivindiquen algo se obliga necesariamente al Pleno a
estudiarlo. Sin embargo la introducción de un número mínimo del 10% del censo
hace muy difícil que se materialice. Son 6.500 firmas de censados
exclusivamente en la capital. Nadie lo ha conseguido, ni siquiera la popular
recogida de firmas a favor de volver a poner los aparcamientos en superficie en
Príncipe de Asturias.
Nuestra
propuesta siempre fue que con el 3% sería suficiente. La recogida de firmas no
puede ser estéril, un acto de mera protesta, sino que merece que los
representantes políticos se vean en la tesitura de abordar el tema, aunque
fuera para rechazarlo.
Los
presupuestos participativos
En
algunos ayuntamientos gobernados por la izquierda real han acabado
imponiéndose. Consisten en que los vecinos de manera organizada deciden
directamente sobre una parte de la inversión prevista para cada año. Podría
estimarse que en torno al 20% es una cantidad razonable. Algunas ciudades han
elaborado un reglamento concreto para organizar cómo se toma esta decisión.
Los
vecinos sólo participarán en los asuntos públicos si ven que realmente pueden
tomar decisiones y que no se juega con ellos a la mera propaganda.
Esto
último es lo que en ocasiones ha hecho el PP en el Ayuntamiento. Jugar a la
propaganda con el artículo del Reglamento de Participación que dice que los
presupuestos de cada año deben ser consultados con el Consejo Sectorial de
Economía. Una foto y nada más.
Si
realmente hubiera habido una consulta con luz y taquígrafos no se hubieran
consentido algunas de las aberrantes inversiones que ha habido en esta ciudad:
desde el auditorio infrautilizado por ser descubierto, hasta cubrir la Piscina
Sindical, pasando por gastos ocasionados por estudios de viabilidad del
frustrado aparcamiento en Tres Cruces, la privatización de la Ciudad Deportiva,
o aquel Plan Estratégico que nadie sabe para qué sirve y costó casi 50.000€.
Si
realmente hubiera habido información y participación de los vecinos en la
inversión, ¿se hubiera permitido gastar 200.000€ en colocar un nuevo monolito
de información en monumentos cuando ya existía uno de piedra que cumplía bien
la función?
Participación
por sectores y barrios
Actualmente,
e insistimos que de forma puramente nominal, la participación sólo es posible a
través de los Consejos Sectoriales de los diversos colectivos organizados:
asociaciones de vecinos, sindicatos, empresarios, asociaciones culturales, de
mujeres, etc. IU siempre ha propuesto que complementariamente se organice la
participación por distritos geográficos que en muchas ocasiones unen más a la
gente. Cuatro o cinco distritos compuestos por las organizaciones que actúen en
ellos serían suficientes.
El defensor/a de
los ciudadanos.
En
una ocasión Antonio Vázquez nombró a dedo a esta figura con un buen sueldo
retorciendo todos los principios de la buena fe de quienes proponíamos esta
figura pero sin sueldo y con prestigio social. Se trata de que una persona
conocida y respetada defienda a los ciudadanos de ciertos abusos, tal y como
vienen haciendo los defensores de los ciudadanos en las comunidades autónomas.
Pero sin gasto añadido.
Algunos errores del
Poder que podrían haberse evitado
La
toma de decisiones colectiva es la mejor garantía de que los errores se reducen
al mínimo. El Plan de Urbanismo de 2011 costó más de 300.000€ y no sirve para
nada; el nuevo edificio municipal en la calle La Reina estaba sobrevalorado en
la mitad y ahora hay que pagar una indemnización millonaria; las inversiones
del Plan E fueron en su mayoría totalmente equivocadas; hacer urbanizaciones
alejadas de la ciudad cuyos servicios ahora hay que pagar fue un grave error;
etc. etc.
Si
en la toma de decisiones se hubiera incluido una organizada participación
ciudadana, de vecinos y de organizaciones sectoriales, se hubieran hecho las
cosas mucho mejor, y nos hubiéramos ahorrado tiempo y dinero.