La Diputación aumentó el dinero en el banco a costa del retraso en la ejecución de las inversiones en 2019
En la Cuenta General de 2019 que se lleva a aprobación al Pleno de la Diputación de mañana -y que se hace con un retraso inexplicable porque ya se han aprobado con posterioridad dos presupuestos, los de los años 2020 y 2021, se pone de manifiesto que continúa la política de retrasos en la ejecución de la inversión propia de la Diputación que provoca que cada año se aumenten más los ahorros en los bancos y el dinero no gastado en los remanentes mientras la provincia continúa con un deterioro social, económico y demográfico sostenido.
El año 2019 acabó -según la liquidación- con más de 71 millones en el banco (fondos líquidos) y más de 60 millones de remanentes sin gastar de la Diputación (5 más que en 2018). Unidos éstos a los 720.000€ del remanente del Patronato de Turismo, los 900.000€ (889.580€) del remanente del Consorcio de Bomberos, los cerca de 5 millones del Consorcio de Residuos (4.736.377€), y los 320.000 de IFEZA, nos dejó un remanente de 67 millones de euros sin gastar en 2019.
Por el contrario, al finalizar el año 2019 sólo se había invertido el 30% en las carreteras (5 millones de 15), el 40% de inversión de otros entes públicos (5 millones de 12), entre el 7% y el 23% de la inversión asociada a los servicios, y el 52% de subvenciones a instituciones sin ánimo de lucro.
Mucho más eficientes han sido los ayuntamientos de los pueblos que han conseguido gastar el 70% de las transferencias para obras y planes (8,3 millones de 12 en total).
Toda una lección de gestión: los pequeños ayuntamientos han ejecutado el 70% de la inversión de las transferencias y subvenciones de los planes municipales, mientras la Diputación no ha llegado al 30% de las inversiones propias. Y ello pese a la falta de medios de los pequeños ayuntamientos de la provincia frente a la Diputación. Eso demuestra que los ayuntamientos pueden gestionar bien pese a la escasez de medios.
La Cuenta General demuestra una continuidad en las políticas de la Diputación hasta el año 2019, provocadas por la prohibición de la Ley Montoro de gastar los remanentes y por la deficiente gestión de las inversiones.
Esta política ha continuado también en 2020 pese a ser el año de la pandemia y necesitar más recursos la gente: a finales de 2020 tenemos más dinero en el banco, 76,6 millones, y hemos aumentado en 10 millones el remanente hasta 70,38 millones (según el decreto de liquidación).
Ni aun en los peores momentos para la sociedad como el año de la pandemia ha sido capaz la Diputación de cambiar la política para ayudar a los zamoranos en lugar de seguir aumentando el dinero depositado en los bancos.
La Diputación aumenta los remanentes en 10 millones, mientras los zamoranos se ahogan en deudas y cierres.
Desde IU les decimos que es urgente financiar con los remanentes ayudas directas a autónomos y empresas y planes de empleo para los trabajadores. Y ayudas directas a los ayuntamientos. Y transporte para ir a vacunarse.