Las antiguas travesías se han convertido en calles de la
ciudad que sufren el abandono de Fomento y del Ayuntamiento
Antes de la construcción de las autovías que circunvalan Zamora estas travesías tenían la función de verdadera carretera nacional; al fin y al cabo eran la continuación de éstas al cruzar las ciudades. La cosa ha cambiado desde el momento en que el Estado construyó las circunvalaciones alrededor deZamora
Antes de la construcción de las autovías que circunvalan Zamora estas travesías tenían la función de verdadera carretera nacional; al fin y al cabo eran la continuación de éstas al cruzar las ciudades. La cosa ha cambiado desde el momento en que el Estado construyó las circunvalaciones alrededor deZamora
A nuestro
juicio se debe pedir la transferencia de estas travesías en lo que es el casco
urbano, pero no en el resto. De hecho, de esos 17 km entendemos que se deberían
transferir los 2,8 km de Cardenal Cisneros entre la rotonda del Sancho y el
inicio del Puente; los 2,5 km de la Avda. de Galicia (desde la rotonda del
Sancho) sumando la Avda. de la Feria y Calle de la Vega hasta la Rotonda de
Trascastillo, y los 900 metros desde esta rotonda hasta el final de la Avda. de
la Frontera. También el tramo desde la rotonda de Requejo en el cruce con
Cardenal Cisneros hasta la desembocadura de la autovía, lo que supone otros
2.200 metros. Eso es lo que son zonas urbanas. En total casi 8,5 km., la mitad
de los 17 totales.
En
Cardenal Cisneros, desde su construcción al inicio de los años 90 nadie ha
vuelto a reparar las aceras, que se han convertido en verdaderas trampas para
los peatones. Cardenal Cisneros no es solo la vía en dónde hay más accidentes
de coches sino donde hay más caídas de peatones. Las aceras que en la inmensa
mayoría de sus tramos llevan más de 20 años sin tocar son la vergüenza del Ayuntamiento.
Fomento echa asfalto en las calzadas y mantiene adecuadamente la autovía, pero
las aceras no las ha arreglado jamás. Por otra parte, el Ayuntamiento se
desentiende totalmente porque no es su competencia. Algo que hay que
solucionar.