Hagamos un ejercicio de memoria de todo lo que ha
pasado
La memoria es la
mejor medicina para la política. La memoria nos dice qué ha hecho cada cual,
cuáles son sus méritos y sus deméritos. Si nos olvidamos del pasado el
ejercicio del voto pasa a ser una rutina insoportable, algo repetitivo cuyo
resultado práctico siempre es el mismo. La memoria hace que el político no se
confíe, que los resultados no sean previsibles, que al Poder le tiemblen las
piernas. El PP en Zamora tiene que pasar por el tamiz de lo hecho, de su propia
historia de 20 años. Pues hagámoslo.
Apliquemos,
pues, ese dicho comercial de yo no soy
tonto al Ayuntamiento de Zamora y repasemos algunos acontecimientos de los
últimos años, que sin duda pueden orientar el ejercicio del voto.
Recordar
que se programó una estafa a la sociedad zamorana sobrevalorando en 24 millones
un edificio de oficinas que querían hacer con una empresa implicada en la trama
Gürtell. Y que IU lo impidió.
Tener
en cuenta que durante muchos años se gastó mucho más dinero de lo que se
ingresaba en las arcas municipales, lo que provocó un desfase en el año 2012 de
más de 18 millones. Esa situación les llevó a incumplir la promesa electoral de
que no se subirían los impuestos, y al final se llegó al 35% de subida en la
presión fiscal. Sólo sirvió para pagar a los bancos los préstamos que se
solicitaron para pagar las deudas.
Importante
para los empleados públicos laborales fue el hecho de que quisieron bajar su
sueldo el 30% para tapar los agujeros económicos creados por el PP. Pero las
mentiras tienen las patas cortas y los Tribunales pusieron en su lugar a todo
el Equipo de Gobierno, restableciendo los derechos económicos secuestrados
durante unos meses.
E
importante también para la ciudad fue el Plan de Urbanismo de 2011. Un montaje
al calor del boom inmobiliario que benefició a varios comisionistas,
especialmente en la margen izquierda, y perjudicó a la mayoría, a quienes se
reclasificaron suelos rústicos como urbanos y les subieron el Impuesto de
Bienes inmuebles un mil por cien. Como casi siempre, en estas operaciones ganan
pocos y pierden todos los demás.
Importante
para los empresarios es el hecho de que casi todos los contratos se han dado
por procedimientos sin publicidad ni concurrencia pública, o sea, a dedo, como
en esos ayuntamientos en los que al final se descubre que todo era una gran
trama. Otra vez ganan pocos mucho y pierden todos los demás empresarios que no
son de la cuerda, que no están en el círculo del “dedo”.
El
PP dice que son buenos gestores, pero no se conocen decisiones económicas
racionales, pensadas, que beneficien a la mayoría, y que se tomen por el método
casero que nunca falla de: yo gastaría como si el dinero fuera mío y la obra
fuera en mi casa. Los gestores del PP en el Ayuntamiento de Zamora no hubieran
durado ni un minuto en una empresa privada.
La
gente en la calle ve que han hecho las obras más demenciales que se puede
pensar; un Auditorio que se utiliza solo unos días al año; un Centro de
Interpretación de Valorio que está cerrado a cal y canto; una obra de remodelación en la Escuela de San Frontis
para luego permanecer cerrada; y así podíamos seguir en una lista interminable
que podría dar lugar a una “ruta de los despropósitos”.
Lo
de los conejos de Valorio fue una tomadura de pelo a los zamoranos, que los
gobernantes deberían pagar muy cara. El problema ya no es qué paso con los
árboles, sino cómo es posible que no se les haya caído la cara de vergüenza,
tanto por la justificación como por el hecho de haber “metido” en Valorio casi
cuatro millones de euros y que el Bosque esté cada vez peor.
En
estos días, el PP promete en pildoritas lo que no ha hecho en todos estos años:
que si soterrar la Alta Tensión de Alviar, cuando ya venía en el contrato
incumplido con Proinsa; arreglar Cardenal Cisneros cuando la Subdelegada no
hizo nada antes; reclamar la pasarela sobre el AVE que antes habían quitado;
potenciar la participación ciudadana cuando en 20 años ha sido no contar con
nadie; recuperar el Mercado de Abastos cuando las licencias llevan caducadas 8
años… Otra historia interminable de tomaduras de pelo.
Importante
es también que el Ayuntamiento de Zamora está pagando todo el saneamiento
multimillonario de las industrias de Roales, 6 millones, cuando después no hay
un duro para las inversiones en barrios o para aumentar sustancialmente las
ayudas de urgente necesidad. Pero suma y sigue, porque las facturas mensuales
van corriendo a costa de todos los zamoranos
Todos
los servicios públicos se han privatizado y además se mantienen casi todos los
contratos caducados o anulados, como el de la ORA, que está en esa situación
desde el año 2006.
En fin, después de 20 años continuados del
Partido Popular, las cosas deben cambiar. Desde Izquierda Unida hemos cumplido
nuestro papel de oposición en el Ayuntamiento sacando todos los trapos sucios y
comunicándolos a los zamoranos, algo que
creo que se nos ha reconocido. En ese sentido hemos realizado un verdadero
servicio público. Pero además hemos demostrado que nuestras propuestas son
mucho más beneficiosas para la mayoría que las que ha planteado la derecha.
Con
nosotros la caja del dinero está a buen recaudo. Los despilfarros, el hacer
obras para luego levantarlas, hacer construcciones que no se sabe para qué
sirven, meterse en operaciones dudosas y sobrevaloradas, todo eso, con IU se
acabó. Muchos ciudadanos confían en que “el peligroso Guarido” debe ser
Alcalde.
Con
nosotros todo el mundo tendrá las mismas posibilidades. En las oposiciones, en
los contratos laborales del Ayuntamiento, en los concursos de obras y servicios
todas las empresas tendrán su oportunidad y nada se dará a dedo. Son
compromisos realizados por IU hace mucho tiempo y los zamoranos saben que se
puede confiar en Guarido.
Con
nosotros la transparencia será total. Si no hay nada que ocultar, toda la
información debe estar a disposición de todo el mundo. Nada de oscurantismos,
nada de marrullerías. Puertas abiertas en todo y para todos.
Con
IU está garantizada la participación de la gente de los barrios. Sí, es difícil
después de tantos años de inactividad institucional. Pero también es la
garantía de que exista cierto control
social sobre las decisiones que se toman.
Los
programas, decía Tierno Galván, están para no cumplirlos. Sin embargo el de IU
es coherente, completo y necesario para esta ciudad. El programa es la base de
la acción, la estructura política que te guía en el camino adecuado. No hay
lugar para las ocurrencias o las micropropuestasque
los candidatos transmiten estos días en los medios de comunicación.
IU no quiere sólo ganar,
sino ganar para hacer algo distinto. El programa es fundamental. Sentarse en el
sillón de la alcaldía y quedarse en blanco sería propio de quien no preparó
antes el examen y le tocó el aprobado en la tómbola. La alternativa que pueda
sustituir al PP debe ser sólida y con autoridad.
La ilusión y el corazón
son fundamentales, pero la campaña electoral debe ser el momento de la razón y
de la argumentación. La cabeza nos dice que hay que hacer un programa coherente
y participativo que dé tranquilidad a los que quieren un cambio sin sorpresas y
con rumbo.
Todo eso lo garantiza IU,
con una candidatura que agrupa muchos sectores sociales, sindicales, juveniles,
medioambientales y profesionales. Nosotros somos gente de confianza