La protección de
edificios y la hipocresía del Ayuntamiento y de la Junta
La
Capilla del Hospital Provincial es el ejemplo de la estupidez y del juego de pingpong que se traen Ayuntamiento y
Junta de Castilla y León. Pero hay otros casos lacerantes tanto por su falta de
protección como por lo contrario; es decir, construcciones que se protegen y
que acaban en el más absoluto de los abandonos. No ha habido seriedad ni rigor
desde que se empezaron a hacer los planes de urbanismo y catalogar edificios.
La Muralla está “rota” en pedazos. Y no nos olvidemos de que el Banco de España
se protegió por una alegación que hizo IU
Y
no sólo la Muralla rota. La Avenida Príncipe de Asturias en el tramo de la
Marina, con sus chalecitos derribados y sustituidos por bloques inmensos, nos
da idea de que la especulación en Zamora se ha impuesto a la cordura en la
protección de edificios. El Informe del Servicio de Patrimonio de la Junta de
Castilla y León el 9 de abril de 2007-para incorporar al Plan de Urbanismo en
tramitación en el Ayuntamiento- marcó un punto de partida interesante sobre qué
se debía proteger en Zamora.
La Capilla del Hospital
Provincial
El
Ayuntamiento recomienda su protección. Pero la realidad es que el Proyecto del
nuevo Hospital se la lleva por delante. Es una lástima porque podría ser el
núcleo de un futuro centro cívico para el barrio de Los Bloques. No tiene
sentido derribar lo que está en perfecto estado. Y lo mismo sucede con las 4
viviendas que se encuentran en la entrada del recinto en la Calle Hernán
Cortés. Todo derribado cuando está en perfecto estado. Nos recuerda a aquellas
épocas en las que se sustituía el asfalto “agotado”, que nadie entendía porque
aparentemente estaba bien.
Edificios que se
derribaron pese a que se recomendaba proteger
Un
caso claro fue la antigua Residencia de los Franciscanos en la Avenida Requejo
nº 18. Esta construcción que en un principio fue de uso público, junto con las
viviendas de los números 15 y 16 del Ministerio de Defensa usadas por los
militares, y la Comisaría de Policía, forman un conjunto representativo de la
arquitectura de la época del fascismo y muy en concreto de la arquitectura del
racionalismo franquista.
Pues
bien, de toda la fila de edificios de estas características solo está protegida
la Comisaría. Todo lo demás sí lo recomendó proteger el Servicio de Patrimonio
de la Junta, pero el Ayuntamiento hizo caso omiso. Y de hecho todo se puede
derribar como se ha hecho con lo fue la Residencia de los Franciscanos. Una
ciudad no se construye con la especulación, sino con el sentido común
Edificios protegidos y
abandonados
En
el Catálogo de Edificios Protegidos -en el que se deben incluir a nuestro
juicio edificios como los que hemos mencionado- se da la paradoja de que se
catalogaron en su día, y hoy se encuentran abandonados. Por citar algunos
ejemplos: la Fuente de las Llamas, el antiguo Transformador junto a la Iglesia
de Santiago de los Caballeros y el Puentico.
La
Fuente de las Llamas, como tantas otras fuentes tradicionales, se encuentra
abandonada entre el barrio de tal nombre y la línea del AVE en su salida por el
Alto de los Curas. Ni tiene uso ni nada se espera de ella. Quizás habría que
replantearse su traslado a otro punto de la ciudad. Sólo así estaría asegurado
su mantenimiento. De lo contrario no tardará en estar completamente derrumbada.
Lo
mismo puede decirse del Transformador junto a Santiago de los Caballeros. Ni
siquiera la gente que va a ver la Iglesia se percata de su existencia por la
maleza. El vandalismo hace el resto. Los arqueólogos son partidarios de dejar
las cosas dónde están, y tienen sus razones. Pero hay que plantearse seriamente
que si estas edificaciones no se trasladan al Centro acabarán en el suelo
Y
por último el Puentico, en el Barrio de Cabañales. Se trata de un Puente del
siglo XIX sobre el Arroyo Morisco, semienterrado tras la canalización del
Arroyo. El Plan Parcial que en su día se aprobó sobre estas tierras establece
que el Puente ha de desenterrarse y formar parte del vial que ahora es un
camino. Pero, insistimos, ¿estas construcciones no podrían tener un uso
alternativo? En la web http://zamoraenverde.blogspot.es/
se sugirió que podría trasladarse al Arroyo de Valorio y ponerlo en el lugar
del conocido y sin valor Puente de
Garrote.
En
los tres casos, lo razonable es que se mantengan en el lugar donde están, y en
perfecto estado de conservación y uso. Pero alertamos de su desaparición
inminente.
Edificios que se
protegieron a última hora
En
el informe al que hemos aludido del Servicio de Patrimonio de la Junta de 2007,
se insistió en la catalogación de varios edificios realizados muchos años atrás
y que incomprensiblemente podían ser derribados en cualquier momento.
Finalmente, y debido a las
correspondientes alegaciones del Grupo Municipal de IU en la tramitación del
Plan de Urbanismo que finalmente se aprobó en 2011, se introdujeron algunos.
Como
es el caso del Edificio del Banco de España, abandonado desde hace muchos años
en el uso y sólo con protección a partir de 2011. Como dijo en su día el autor
de la Rejería, Coomonte, sólo una “sociedad vulgar puede no tener protegida una
obra de estas características”.
Otro
de los edificios que se protegió en 2011 fue el de la Antigua Vivienda del
Doctor Velasco, en la Avenida de las Tres Cruces, actual sede de Muface y de la
Confederación Hidrográfica del Duero. Da la impresión de que este tipo de
edificaciones ha estado siempre protegido, pero no ha sido así.
Edificios que la Junta
recomendó proteger y no se hizo
Podemos
imaginarnos la Avenida Príncipe de Asturias en el tramo de la Marina, llena de
los antiguos chalets y edificios de época. Pero la especulación se lo llevó
casi todo por delante. Sólo queda la conocida como Casa Peña. Lo último que se
derribó fue el caserón del número 3, que el Informe de la Junta recomendó
proteger y que una retroexcavadora derribó antes de que diera tiempo a
pensarlo.
Lo
mismo cabe decir de edificios de la Calle Toro, el Edificio de viviendas de
Iberduero en la Calle Amargura, y el Edificio de Oficinas, también de
Iberduero, en la Calle Pablo Morillo.
A
ellos hay que añadir otros bloques de viviendas de Regimiento de Toledo y Calle
Cervantes. En total, la Junta recomendó proteger más de un centenar de
edificaciones, de las que sólo fueron atendidas media docena.
Una
ciudad se hace con sensibilidad hacia el urbanismo, edificaciones, conjuntos,
arqueología, y protección también de espacios del paisaje. La contrapartida
debe ser que la ciudad, o sea el Ayuntamiento, con esta protección no puede
perjudicar a los particulares y por ello algún tipo de ayuda debería ofrecerse
para conservar en el tiempo las marcas históricas de la ciudad