Hoy salimos a la calle porque estamos ante una situación
extremadamente difícil, de emergencia social, que nos convoca a dar respuesta
colectiva de la mayoría social, de los trabajadores.
Una situación que en provincias como
Zamora se acrecenta llevándonos inexorablemente al abandono de nuestros
pueblos, a la perdida de población... a la emigración.
Miles de trabajadores se encuentran
sin empleo o en condiciones de precariedad. El trabajo ya no garantiza el
derecho a una vida digna
Familias perdiendo su casa y abocados
a la exclusión social, mientras hay miles cerradas en manos de los bancos o de
instituciones como el propio ayuntamiento
La juventud sin trabajo y sin recibir
ninguna renta.
Jubilados que con sus exigüas
pensiones tienen que mantener familias enteras
Explotaciones agrarias y ganaderas, desplazadas por la agricultura
industrial a gran escala y las multinacionales de la alimentación, malviviendo a duras penas para sacar lo mínimo para
subsistir, amenazadas de muerte por el tratado de libre comercio y poniendo en
peligro la soberanía alimentaria.
Mujeres que siguen siendo consideradas
como ciudadanas de segunda, a las que se les quiere negar el derecho a decidir,
sufriendo la violencia machista y con condiciones laborales aún más precarias que
las de los hombres.
Mientras, el verdadero poder, el que no se presenta a las
elecciones, sigue enriqueciéndose y corrompiendo al poder político
El gobierno actual sigue trabajando
para la oligarquías financiera, los intereses del capital y expoliando lo
público. Han asumido la deuda privada, la de los banqueros, la de las
multinacionales, las de las eléctricas esencialmente, la de las constructoras y
nos la hacen pagar a todos sangrando las instituciones, el dinero publico y los
vacíos bolsillos de los trabajadores y trabajadoras.
Sin grandes infraestructuras con las
que saquear las arcas del estado y la
construcción especulativa a gran escala agotada, la oligarquía financiera y las
multinacionales ahora tienen su mirada puesta en lo público como negocio, sin
importarles la función social. Tienen su mirada en la sanidad, en las
pensiones, en la educación, en los servicios sociales.
Han secuestrado nuestra democracia
para los intereses de una minoría en contra de los derechos de la inmensa
mayoría. No se presentan a las elecciones pero gobiernan nuestras vidas.
Pero no lo vamos a consentir. Nos vamos a rebelar. Porque este
sistema que busca exclusivamente el beneficio privado de unos pocos nos lleva
inexorablemente a una catástrofe medioambiental y social de alcance
incalculable
Nos tendrán enfrente, estamos
enfrente, lucharemos y luchamos por proteger y aumentar los derechos de la
mayoría social, de la clase trabajadora. Luchamos por pan, trabajo techo.
Luchamos por la dignidad