Los bomberos están recorriendo toda la ciudad para ubicar su
cuartel general. Desde los tiempos del PSOE a los tiempos que se hacen eternos
del PP, ya son cuatro las parcelas que desde el Plan de Urbanismo de 1986 se
han destinado para este fin. Y sólo cabe desilusión. Las condiciones en la
Antigua Estación de Autobuses son penosas, pero ahí siguen viendo pasar las
propuestas con mucho escepticismo, después de 26 años. La última es una
parcela, junto al Decathlon y junto a la primera ubicación. 30 años para volver
a empezar. La política en Zamora, un
círculo dónde el burro tira de la noria
El Cuartel de Bomberos es un ejemplo de cómo se marea la perdiz en
el Ayuntamiento de Zamora con relación a las instalaciones municipales. Las
propuestas surgen sobre todo en época electoral para después olvidarse de
ellas. Algún día, por supuesto, se hará el edificio para los bomberos, o se
remodelará el Banco de España para la Policía, o se ampliará el Museo de Semana
Santa, o se rehabilitará el Puente de Piedra. Algún día. Pero mientras tanto se
ha perdido el tiempo, en ocasiones el dinero y sobre todo se habrá ganado las
desconfianza de la gente. Un ejemplo sin duda son los bomberos de la ciudad.
Vamos a hacer un repaso de todas las ubicaciones que se han propuesto.
La primera:
junto a la rotonda del Sancho.
Era la propuesta del Plan de Urbanismo de 1986. Una parcela
propiedad del Estado y dónde hoy apenas hay algunos servicios de conservación
del Ministerio de Fomento. Gran parte de esa parcela de algo más de 3.000 m2
está a día de hoy por desgracia sin edificar. El Plan comenzó a fraguarse nada
más tomar posesión el PSOE de la Alcaldía, con un gobierno en Madrid del mismo
color.
El Plan de Urbanismo de 1986 se caracteriza por la incidencia en
el crecimiento norte / sur de la ciudad. Había que crecer por La Alberca y los
planes parciales del norte, con su polígono industrial; y por el sur con el
desarrollo del Barrio de Pinilla, Cabañales y San Frontis.
Eran las épocas en las que los terrenos simplemente eran públicos
y no se incidía en la propiedad de otras administraciones públicas.
Posteriormente surge en España un verdadero gobierno de taifas. Las parcelas
del Estado del Estado dejaron de estar disponibles para las administraciones
locales. Probablemente haya sido la mejor propuesta de ubicación.
La segunda:
en Benedictinas.
Conseguida la Alcaldía por Antonio Vázquez en 1995, el PP decide
hacer un nuevo Plan de Urbanismo. La parcelas del Estado en el primer Polígono
Industrial de la zona norte, La Hiniesta, ya no valía. Había que dar un sello
popular a la nueva ubicación de los bomberos. Y se eligió la zona este, el Alto
de los Curas por dónde el Plan fraguaba la máxima especulación urbanística al
amparo de la nueva Ley del Suelo de Aznar. El Plan Parcial Benedictinas, que
logró cambiar el trazado de entrada de la Autovía de Toro para despejar los
terrenos y conseguir el máximo de edificaciones, se hizo protagonista.
Los bomberos irían allí, en una parcela de dotaciones comunitarias
de 3.629 m2. La entrada de la autovía, los dos carriles hasta el Alto de los
Curas y la amplia la Avenida de Valladolid en paralelo a la vía del tren con
cuatro carriles, hacía del lugar una buena elección. No era mala, pero el
tiempo se iba perdiendo.
La tercera:
en la Carretera de la Aldehuela.
Incomprensible decisión del Plan de Urbanismo de 201, y más
pérdida de tiempo. Para rizar el rizo, se elige una ubicación compartiendo
instalaciones con la Policía Municipal y en suelo inundable -al menos la mitad-
de la parcela de 20.000m2. Esta parcela se ubica en el Plan de la Aldehuela
promovido por la Diputación Provincial, en el que se iba a hacer un Campo de
Golf, hoteles, un polideportivo, etc. La Diputación entre el traslado de los
burros a Madridanos, estudios para su campo de golf, etc. lleva gastados más de
un millón de euros. Pero al final, otra vez, tirar el dinero público en proyectos fantasma.
La falta de desarrollo del Plan a cargo de la Diputación, hace que
decaiga de nuevo la propuesta para la que ya se había realizado un Anteproyecto
en algunos planos que costaron 3.000€. Pérdida de tiempo y pérdida de dinero.
La cuarta:
una parcela de La Hiniesta II.
Volvemos casi al inicio de tres décadas atrás. Pero la parcela
inicial del Estado, desocupada en un 70%, parece inviable por la falta de colaboración
institucional. Por eso hay que elegir una parcela del Ayuntamiento producto de
las cesiones obligatorias del Plan Parcial La Hiniesta II promovido por SEPES
(Estado) para dotar de suelo industrial a Zamora.
La nueva ubicación tendrá salida hacia el Corredor de Roales en un
punto situado a 350 metros al norte de la Rotonda del Sancho, y por la
carretera que nos lleva a las instalaciones de Decathlon. No es mal lugar. Pero
como decimos peor que la primera ubicación.
Que sea en precampaña electoral de las elecciones de 2015, no
ayuda. La Alcaldesa lo ha vendido como un éxito. Pero no explica el cambio.
¿Por qué antes en la Carretera de La Aldehuela era el lugar más idóneo? ¿Acaso
le ha dicho el Presidente de la Diputación, Fernando Martínez, que finalmente
no se va a desarrollar su proyecto de golf, hoteles y zonas deportivas, y en
consecuencia tampoco la parcela que se había señalado como cesión al
Ayuntamiento de Zamora?
Lo que decimos, Zamora se ha convertido en una noria que hace
círculos para ir siempre al mismo sitio. O Sísifo que llevaba la piedra de los
bomberos arriba, para bajar una y otra vez.
Vuelta a empezar.